Restaurar su cuerpo del embarazo con un cambio de imagen de mamá

Dar a luz a un bebé puede ser una de las mayores alegrías de la vida, sin embargo, también tiene su peaje en su cuerpo. Es posible que experimente desinflamación de los senos, estrías, piel caída o flácida, exceso de grasa en el abdomen y las caderas, así como muchos otros cambios que le hacen sentirse insatisfecha consigo misma.

El cambio de imagen para mamás consiste en una serie de intervenciones de cirugía plástica diseñadas para corregir los problemas del contorno corporal, con resultados a menudo espectaculares y duraderos. El procedimiento ayuda a las madres a recuperar la figura que tenían antes del embarazo, devolviéndoles la confianza y la autoestima.

La combinación exacta de procedimientos quirúrgicos dependerá de sus objetivos específicos, los efectos del embarazo y el parto, así como de sus preferencias personales. Algunas mujeres prefieren sólo una abdominoplastia, mientras que otras se beneficiarían de una cirugía de elevación o aumento del pecho. La liposucción también puede combinarse con la abdominoplastia para obtener resultados aún más espectaculares.

Como madre primeriza, es esencial dar prioridad al bienestar físico. Esto significa mantener una dieta adecuada y sesiones regulares de ejercicio para mantenerse en forma; sin embargo, los cambios provocados por el embarazo pueden hacer que se sienta como alguien totalmente distinto.

Un cambio de imagen para mamás es una forma eficaz de alcanzar sus objetivos corporales tras el embarazo sin necesidad de varias intervenciones quirúrgicas ni largos periodos de recuperación. Al elegir un cirujano con amplia experiencia en cirugía mamaria y corporal, puede estar segura de que el procedimiento será seguro, satisfactorio y producirá los resultados deseados, señala la cirujana plástica Dra. Carmen Huertas.

Los resultados completos no se verán hasta al menos seis semanas después de la intervención, ya que los hematomas y la inflamación tardan en desaparecer. Durante este tiempo puede experimentar entumecimiento, picor u hormigueo alrededor de las zonas donde se realizó la cirugía; estas sensaciones deben disiparse a medida que su cuerpo se cura, pero pueden ser incómodas al principio.

Recuperarse de un mommy makeover puede ser un viaje intensamente desafiante, pero el resultado final merece la pena para que su cuerpo recupere su antiguo esplendor. El mejor enfoque para el éxito es la paciencia: dése tiempo suficiente para la curación y permita que su cuerpo sane de forma natural.

Las abdominoplastias son las que requieren más tiempo de inactividad, pero podrá volver al trabajo y a sus actividades normales en dos semanas. Sin embargo, no podrá agacharse ni levantar peso durante tres o cuatro semanas (sobre todo si tiene hijos pequeños), especialmente si la intervención requiere tiempo de inactividad.

Si elige un cirujano plástico certificado para someterse a una abdominoplastia, tendrá la seguridad de que será segura y le proporcionará los resultados deseados. La mayoría de las intervenciones se realizan con anestesia general para reducir las complicaciones y acelerar el tiempo de recuperación.

Si está pensando en combinar la abdominoplastia con un aumento de mamas, la liposucción o el lifting de la parte inferior del cuerpo son otras posibles intervenciones a tener en cuenta.