Entre la mala prensa, los escándalos y un sistema fiscal que le da la espalda, el diésel está en declive en España como en el resto de Europa. ¿Debería considerar otro combustible para su próximo coche?
Aunque las cifras mensuales de la CCFA deben tratarse con cautela, existe una clara tendencia a la baja en el mercado del gasóleo para las ventas de vehículos nuevos (tanto particulares como comerciales). En enero de 2018, la cuota de mercado del diésel en Francia se situaba en solo el 41,1% por el 52,6% de la gasolina (el resto para híbridos y eléctricos). Este es el resultado de casi 3 años de cuestionamiento del gasóleo debido al Portal del Gasóleo (y casos relacionados como el reciente Portal del Mono), de una prensa que se ha hecho eco del tema, de una opinión pública preocupada y de unos políticos que han dado la espalda a un combustible que ha sido ampliamente apoyado durante décadas, ya sea de palabra o con impuestos y sin olvidar la pegatina… Si el mercado de los coches eléctricos no se beneficia de esto, es la cuota de mercado de la gasolina la que se beneficia hoy en día. Además, algunos fabricantes han anunciado la prohibición del diésel.
¿La voz de la razón?
El hecho es que, desde hace años, el diésel está sobrerrepresentado en el parque automovilístico francés. Combustible más accesible en el surtidor, que consume menos pero es más caro de comprar, el diésel está pensado originalmente para los que conducen mucho. Como mínimo, 20.000 kilómetros al año. Sin embargo, muchos consumidores se han detenido en las dos primeras consideraciones y los fabricantes se han aprovechado en gran medida de ello. Renault ofreció la segunda generación del Twingo en diésel (¡en 65, 75 y 85 caballos!). Peugeot vendía los 107 con diésel de 54 caballos. Lo mismo ocurre con Fiat con su Panda II 1.3l MJT en 70 y 75 caballos. Por ello, no es de extrañar que casi el 77% de los coches nuevos matriculados en 2008 fueran diésel, señala el concesionario Crestanevada de coches de segunda mano en Valencia. Desde entonces, los fabricantes han puesto el coche en marcha atrás. Tanto el 108 como el Twingo 3 solo están disponibles en gasolina, aunque Fiat sigue utilizando el diésel para el Panda 3, que está a la venta desde 2012. Estamos dispuestos a apostar que la cuarta generación ya no funcionará con diésel.
Si no desaparece, ¿se prohibirá el diésel?
Hay una serie de indicios que apuntan a un destino desafortunado para los motores térmicos, tanto diésel como de gasolina. Dependiendo del país, estamos hablando de 2025 o 2030. Inicialmente, serán las grandes ciudades las que prohíban el gasóleo en sus muros, como París o Lyon, y en el marco de las famosas zonas de tráfico restringido, las ZCR. Sin embargo, el gasóleo podría utilizarse antes que la gasolina para reducir los niveles de NOx, con la esperanza de no aumentar los niveles de CO2. El Ayuntamiento de París se lo está pensando mucho.
Si vives fuera de la zona urbana y rara vez conduces en las grandes ciudades, sólo te verás ligeramente afectado. Puedes seguir conduciendo un coche diésel, sobre todo porque tu perfil parece corresponder a un alto kilometraje anual. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los días en que el combustible era mucho más barato que la gasolina se han acabado, con una fiscalidad que tendrá que acortar distancias y, quién sabe, hacer que el gasóleo sea más caro que la gasolina dentro de unos años.
Comprar un diésel de segunda mano. ¿Buena o mala idea?
En el contexto actual, la demanda de gasóleo nuevo y usado está disminuyendo, mientras que la oferta sigue siendo muy fuerte. Las existencias no han desaparecido y las ventas tardan más. Mecánicamente, los precios tienden a bajar, a veces por debajo de la costa… ¡Casi se podría decir que le haces un favor a un concesionario al librarle de un vehículo diésel! Por lo tanto, si encaja en el perfil descrito anteriormente, la compra de un diésel (especialmente en el contexto de una financiación de tipo LOA/LLD con una fecha de devolución definida) sigue siendo relevante y potencialmente más económica de lo que parece. Por ejemplo, al azar, para un Kadjar de segunda mano.