Naturaleza en estado puro: Informe de conducción del Nissan 370Z Nismo

Incluso en el apogeo del exceso de SUV, sigue habiendo algún que otro deportivo. Pero hay uno que está solo. El Nissan 370Z Nismo es uno de los últimos, si no el último, en prescindir de uno o incluso dos turbocompresores. Su VQ37 sigue utilizando el método antiguo. Informe de conducción de un coche extremadamente inusual. ¿Quieres comprar un coche de ocasión en Almería? En el concesionario Crestanevada de coches segunda mano en Almería podrás encontrar el coche de tus sueños al mejor precio.

Ya tiene sus años. Es confuso. No es práctico. Es una celebración del pasado. A primera vista, se nota que el 370Z Nismo ya no es fresco. Los diseñadores de hoy probablemente lo dibujarían de otra manera, empezando por la parte delantera y terminando por la trasera. Pero lo más importante es el interior, que necesita una renovación. La fórmula, sin embargo, es clásica. Un capó largo, tras él un habitáculo pequeña y detrás una zaga aún más corta pero potente.

No es que el 370Z Nismo sea viejo, es que está transmitiendo tradiciones a la generación más joven. El VQ37 de 3,7 litros exige revoluciones -hasta 7.400 revoluciones para ser precisos- y sólo entonces libera sus 344 caballos. Al mismo tiempo, es ruidoso, pero no artificialmente deportivo con ningún ruido o estruendo adicional. Lo que ruge por detrás es casi natural. El Nismo sólo cobra vida por encima de las 5.000 revoluciones. Entonces hay que estar alerta, porque incluso con el ESP conectado, a los 285 neumáticos del eje trasero les gusta empezar a adelantar.

Por tanto, el placer de conducir está definitivamente garantizado en las «cotas más altas de la vida». El deportivo no es adecuado para los desplazamientos diarios. No quiere que lo vean junto a un Porsche Turbo en el centro de Múnich. Quiere engancharse al engranaje de una moto y seguirla por las hermosas carreteras rurales hasta el circuito de carreras más cercano.

Una cosa que tienes que saber es que por los 46.880 euros que Nissan cobra por el Nismo, hay juguetes más frescos con quizás incluso más potencia. Pero ninguno que encarne tan bien la tradición y la historia como este coche japonés.