El marco de las 7S de McKinsey

El Marco de las 7S de McKinsey es una herramienta que le ayudará a encontrar y solucionar los problemas organizativos internos. Tanto si le han contratado para trabajar con un nuevo equipo directivo, como si está trabajando en un proyecto para desarrollar e implementar una nueva estrategia, esta herramienta puede apoyar su análisis estratégico.

El marco McKinsey 7S fue desarrollado por dos consultores de McKinsey. El marco es una herramienta útil para evaluar la eficacia de la organización. La premisa básica de este marco es que hay 7 aspectos internos de una organización que deben estar alineados si se quiere tener éxito. Hay muchas situaciones en las que resulta útil obtener una perspectiva de alineación, como por ejemplo:

  • Para mejorar el rendimiento de una empresa
  • Para alinear departamentos y procesos durante una fusión o adquisición
  • Para determinar la mejor manera de aplicar una estrategia propuesta
  • Para examinar los efectos probables de futuros cambios en una empresa

Elementos de McKinsey

Los elementos duros son más fáciles de definir y la dirección puede influir en ellos. Estos elementos duros incluyen las declaraciones de estrategia, los organigramas y las líneas jerárquicas, y los procesos formales o los sistemas informáticos. Los elementos blandos no son tan tangibles y pueden ser más difíciles de describir. Estos elementos son tan importantes como los duros, pero están más influidos por la cultura que por la dirección. El modelo de las 7S se basa en la teoría de que los 7 elementos deben estar alineados y reforzarse mutuamente para que una organización funcione bien. Puede utilizar el modelo para identificar las áreas que necesitan realineación o que necesitan mantener la alineación durante el cambio, como la reestructuración, las fusiones, los nuevos sistemas o el cambio de liderazgo, señala Asesoría Juan Bautista.

EJEMPLOS DE PREGUNTAS

Para utilizar el modelo de las 7S, identifique a las partes interesadas clave y a los expertos pertinentes para reunir información sobre los 7 elementos. Por ejemplo, para determinar si una organización tiene objetivos claros y una visión que se comunica a toda la organización, podría preguntar ¿Apoya la estructura organizativa los objetivos y las metas?

Resuma los resultados en un informe que pueda utilizarse para un debate posterior.

Dependiendo del elemento que quieras evaluar, aquí tienes algunos ejemplos de preguntas que podrías hacer:

Estrategia: ¿Existe una visión clara junto con los objetivos que impulsan la organización? ¿Son compartidos por el personal?

Estructura: ¿Cómo están organizadas las funciones y los papeles de los departamentos y unidades? ¿Cuáles son las funciones y responsabilidades? ¿Apoya la estructura los objetivos estratégicos y organizativos?

Sistema: ¿Apoyan los objetivos los sistemas de RRHH, financieros y tecnológicos? ¿Existen sistemas de seguimiento y evaluación?

Estilo: ¿Cuál es el estilo de gestión? ¿Cuál es el nivel de comunicación? ¿Cómo emplean su tiempo los directivos?

Personal: ¿Son adecuados los recursos de personal? ¿Qué grado de eficacia tiene el personal? ¿Cuál es el nivel de motivación del personal?

Capacidades: ¿Cuáles son las principales capacidades de la organización? ¿Qué es lo que mejor saben hacer? ¿Existen oportunidades de formación o de intercambio de conocimientos?

Valores compartidos: ¿Cuáles son los valores, costumbres y principios de la organización que guían su comportamiento? ¿En qué medida están interiorizados los valores profesionales

profesionales fundamentales?

Marco MECE

Hay un viejo adagio que dice que la mejor manera de comerse un elefante es un bocado cada vez. Esta sabiduría puede aplicarse también a la resolución de problemas.

En la empresa, muchos problemas no se resuelven fácilmente con respuestas en blanco y negro. A menudo nos enfrentamos a problemas que se superponen. El Marco MECE ayuda a dividir los problemas en distintas categorías para que sea más fácil evaluar tanto el problema como las soluciones propuestas.

Según el principio MECE, a la hora de resolver cualquier problema empresarial como «¿Cómo podemos reducir los costes?» o «¿Cómo podemos aumentar los beneficios?», todas las posibles causas u opciones a considerar deben agruparse en categorías. No debe haber solapamiento en las categorías (mutuamente excluyentes) y todas las categorías juntas deben cubrir todas las opciones posibles (colectivamente exhaustivas).

Por ejemplo, tomar a los clientes y agruparlos por grupos de edad es un principio MECE porque es mutuamente excluyente -ningún individuo puede caer en más de una categoría- y colectivamente exhaustivo -las agrupaciones en su conjunto cubren toda la población-.

El marco MECE ayuda a la resolución de problemas, ya que permite separar el problema en cuestiones distintas que no se solapan. Garantiza que no se pase por alto ninguna cuestión relevante para el problema. Según Ethan Rasiel, autor de «The McKinsey Way», una lista de cuestiones principales utilizando el marco MECE debería contener no menos de dos cuestiones principales y no más de cinco. Esto actúa como un indicador amplio para un consultor sobre cómo categorizar la información. Utilizando el MECE, se puede crear un Árbol Lógico o de Cuestiones que descomponga un problema en componentes.

No debe haber solapamiento en las categorías (mutuamente excluyentes) y todas las categorías juntas deben cubrir todas las opciones posibles (colectivamente exhaustivas).