BMW planea ahorrar 200 millones de toneladas de CO2 de aquí a 2030

200 millones de toneladas es una cantidad increíble de dióxido de carbono. Una metrópoli de millones de habitantes como Múnich emite esta cantidad en un periodo de más de 20 años. El Grupo BMW se fija ahora esta cifra como objetivo para reducir sus propias emisiones de CO2 de aquí a 2030, marcándose así unos duros límites en el camino hacia una mayor sostenibilidad. La consecución de este objetivo sólo será posible si BMW Group apuesta consecuentemente por una economía circular moderna para la reutilización de materias primas y el mejor aprovechamiento posible de la energía. La llamada economía circular se refiere a todos los procesos, desde el desarrollo hasta la producción, pasando por la fase de uso y el reciclaje. Este enfoque holístico se promueve en BMW bajo los lemas Re:Think, Re:Duce, Re:Use y Re:Cycle.

 

Quien quiera reducir las emisiones de CO2 de su empresa en 200 millones de toneladas de aquí a 2030 no puede confiar únicamente en aumentar las cifras de ventas de coches eléctricos: Incluso en el caso de los coches eléctricos, las emisiones de CO2 y la eficiencia energética deben considerarse de forma holística si se quiere que sean realmente sostenibles. Por ello, para la próxima generación de baterías, BMW Group se ha fijado el objetivo de reducir a la mitad la huella de CO2. La Nueva Clase anunciada para 2025 también sigue desde el principio el enfoque «Secondary First», en el que el uso secundario de materias primas desempeña un papel central. ¿Furgonetas en Málaga? Encuentra aquí las mejores furgonetas de segunda mano en Málaga.

 

Los ambiciosos objetivos de reducción de CO2 son los llamados objetivos de base científica, es decir, las cifras se basan en un análisis científico y ya están vinculadas a una serie de medidas necesarias. El uso integral de materiales secundarios, es decir, principalmente acero reciclado, aluminio reciclado y plásticos reciclados, es una de las medidas más importantes. Por tanto, en todos los lugares en los que no se deriven desventajas relevantes de la reutilización de materias primas, el reciclado secundario debería convertirse en la norma en el futuro.

 

Otro instrumento importante para reducir la huella de carbono de un coche eléctrico está estrechamente relacionado con la batería de iones de litio. La producción de dispositivos de almacenamiento de energía es extremadamente intensiva en energía, por lo que BMW Group lleva años apostando por las energías renovables en la producción y también exige los correspondientes compromisos a los proveedores. Partiendo del elevado nivel de la actual quinta generación eDrive, la huella de CO2 de las baterías de iones de litio de la sexta generación eDrive debe reducirse de nuevo a menos de la mitad.

 

Oliver Zipse (Presidente del Consejo de Administración de BMW AG): «Un coche respetuoso con el clima no se crea sólo con electricidad verde. Tenemos que orientar nuestros vehículos hacia la sostenibilidad desde el primer día de su desarrollo: reducir la cantidad de material utilizado en su fabricación y, sobre todo, pensar en la reutilización y el reciclaje desde el principio. En vista del aumento de los precios de las materias primas, no se trata sólo de un imperativo ecológico, sino también económico. Esta tarea es tecnológicamente muy exigente, y precisamente por eso queremos liderar el camino en el campo de la economía circular y asumir un papel pionero. Para nuestra Nueva Clase, ya estamos trabajando en cuotas concretas y ambiciosas para el uso de materiales secundarios con el fin de estar a la altura de nuestros elevados estándares.»